Modificar el régimen penal de tránsito para quién conduce un vehículo automotor en estado de embriaguez y garantizar la seguridad vial ciudadana

Abstract

En el presente Trabajo de Integración Curricular titulado “Modificar el régimen penal de tránsito para quién conduce un vehículo automotor en estado de embriaguez y garantizar la seguridad vial ciudadana” se llevó a cabo un estudio doctrinal, comparativo y jurídico motivado por el interés de analizar alternativas para disminuir los altos índices de accidentes de tránsito en las vías ecuatorianas, pues en la actualidad es evidente la vulneración al derecho a la seguridad vial ciudadana por el aumento significativo de siniestralidad vial que se difunde a través de noticias y más espacios informáticos que nos dan a conocer la cruda realidad que atraviesa nuestro estado ecuatoriano, en cuanto al peligro que se enfrentan los bienes jurídicos protegidos ante la conducta irresponsable de quién ejecuta la conducción de un vehículo en estado de embriaguez. Este problema de índole social y jurídico surge por el alto impacto negativo y debe ser abordado desde raíz, de alguna manera nos centramos en que las sanciones estipuladas para esta contravención de tránsito son demasiado leves y permisivas, no es posible que a mayor grado de alcohol menor sanción, debe realizarse una reforma tendiente a aplicar medidas más drásticas y proporcionales al grado de alcohol, sin centrarnos en la pena privativa de libertad porque la misma es de última ratio, sino más bien aplicar mayor severidad en la licencia de conducir que habilita al conductor, esto porque afecta no solo a un grupo de personas, sino a todos los ciudadanos del territorio ecuatoriano, quienes a diario se exponen al riesgo de convertirse en víctimas de accidentes de tránsito. El estado de embriaguez indudablemente tiene un proceso, desde la ingestión de la bebida alcohólicas hasta la absorción en el estómago, evaporación y sube hasta entrar en contacto directo con el cerebro experimentando el individuo una sensación de euforia, exaltación y alteración. Por eso señalamos que la persona que ingiere bebida alcohólica y ejecuta la conducción, se encuentra disminuidas sus capacidades de maniobrar el vehículo cuando se presente una situación de riesgo que pueda generar un accidente de tránsito, por ejemplo, conforme al grado de alcohol ingerido se presenta los efectos negativos, y al tratarse de un exceso, la bebida se postra en el lóbulo parietal e incapacita temporalmente la sensibilidad, es decir no siente dolor frente a un golpe, mucho menos tiene capacidad para mantener un diálogo de ser el caso con un Agente Civil de Tránsito o Policía Nacional, su capacidad cognitiva se encuentra afectada por la bebida alcohólica, por esta intoxicación no está en condiciones de controlar sus reflejos durante la conducción, pues la persona bajo estos efectos tiene un pensamiento erróneo o precipitado, produciendo alteraciones como

2 Resumen

3 pérdida del miedo, resultando en autoconfianza equívoca. De allí radica de que el problema de conducir un vehículo en estado de embriaguez, representa un evidente peligro o riesgo a la seguridad de todos los usuarios viales. A lo largo de la presente investigación, se estudió este problema social y jurídico que enfrentamos como ciudadanos, el cual no se limita únicamente a nivel local, sino que los accidentes de tránsito con o sin resultado de muerte, están adquiriendo cada vez mayor impacto a nivel nacional e incluso internacional. Desde esta perspectiva, se puede analizar las repercusiones que ha tenido este fenómeno, las consecuencias que enfrentan las víctimas de tales accidentes, quienes corren el peligro de perder su vida, o de sufrir una incapacidad de días o tratarse de una incapacidad permanente que repercute en su proyecto de vida. Es importante destacar que el Estado desarrolla un papel crucial de mitigar y abordar este problema a través de la implementación de políticas públicas para sensibilizar al conductor del daño que pueden ocasionar el ejecutar dicha acción, al incumplir con su deber objetivo de cuidado, sin embargo, la situación ha rebasado de la capacidad de las autoridades y por eso se evidencian las significativas tasas de siniestralidad. En este sentido contribuir a las autoridades ecuatorianas con ideas de sanciones y educación de los conductores es nuestra responsabilidad como estudiosos del derecho, de esa forma colaboramos a dar soluciones al problema en beneficio de todos los usuarios viales, ya que somos todos los ciudadanos quienes vivimos la cruda realidad impactante directamente. Si bien existe legislación estipulada en el artículo 385 del COIP, donde sanciona a los conductores en estado de embriaguez, en la actualidad no ha sido suficiente o no tiene el efecto intimidante mucho menos sancionatorio, en otras palabras, los accidentes de tránsito se evidencian en el número de sancionados ya sea por ser un infractor frecuente o primerizo, en tal caso también se visualiza que el gran número de sancionados se estipula con mayor tasa en el numeral 3 ibidem, y si nos damos cuenta en este numeral existe una simple sanción de suspensión de 60 días, no hay una severidad como la rebaja de puntos y por lo tanto cancelar una pena pecuniaria es sencillo, y si hablamos de una pena privativa de libertad, no se aplica en su totalidad por su carácter de última ratio. La actual problemática genera mucha inseguridad y de allí surge la necesidad de abordar la problemática que frenen los porcentajes de accidentes de tránsito, el presente Trabajo de Integración Curricular se propone ofrecer soluciones o alternativas que los miembros de la Asamblea Nacional pueden considerar para promover un ambiente más seguro. Para mayor

4 sustentación y dar a conocer los resultados de la presente investigación nos permitimos usar y aplicar materiales como fuentes bibliográficas tanto físicas como digitales integradas dentro del marco teórico y que se evidencian en las citas y bibliografía. Además, se utilizó diversos métodos que permitieron llevar a cabo la presente investigación, entre los cuales se destacan el método científico, inductivo, comparativo, hermenéutico y mayéutico. Así mismo se emplearon técnicas de campo como encuestas y entrevistas a profesionales del derecho especializados en materia de tránsito, permitiendo fundamentar la propuesta de reforma mediante un análisis jurídico y comparativo, como también se llevó a cabo el estudio de casos que respaldan la investigación del problema asociado a quiénes conducen vehículo en estado de embriaguez.