Establecer en el código del trabajo del Ecuador en actual vigencia el contrato teletrabajo acorde con las modernas técnicas de la información en las nuevas Herramientas tecnológicas.

Abstract

La época actual marcada por el innegable fenómeno de la globalización que ha tenido su más importante asidero en la tecnología de la comunicación mediante el uso de herramientas de fácil acceso como el internet, desafía a la ciencia del Derecho a reformular sus antiguos planteamientos jurídicos en torno a diversas temáticas, una de ellas, la laboral. Las modernas técnicas de la información introducidas en gran medida a actividades productivas han permitido la prestación de determinados servicios laborales fuera de las instalaciones empresariales. Esta nueva forma de trabajo, es la que se ha denominado como teletrabajo, el mismo que se asimila a lo que las corrientes doctrinarias establecen como modalidad de trabajo a domicilio. No obstante esta moderna figura jurídica tiene sus propias y particulares características, que recalcan la necesidad de su regulación dentro del marco legallaboral de nuestro país. Puesto que la llamada “sociedad de la información” es una realidad innegable, a la que un número cada vez creciente de ecuatorianos se ve inmerso, en parte por el proceso normal de la globalización, al que los habitantes de nuestro país no son ajenos y por otra parte por el proceso migratorio que tiene a España como uno de los países de destino preferidos por la identidad lingüística, cabe destacar que este país europeo se cuenta entre los pioneros en la regulación de este interesante fenómeno del teletrabajo. La presencia del teletrabajador no es indispensable en el domicilio físico de la empresa, lo cual en manera alguna significa la no supervisión o control de los trabajos realizados, la que se mantiene con inmediatez pese a la distancia. Además otra de las ventajas del teletrabajo se presenta en el ámbito ecológico, pues incide en el ahorro de papel, espacio en la oficina y otros gastos. De tal manera que la productividad también se ve incrementada sin una fuerte inversión por parte de la empresa. Dentro del campo social, la regulación jurídica del “teletrabajo” conlleva mejores condiciones laborales tanto para el tele-trabajador como para el empleador. El primero se beneficia por la unidad de sus actividades laborales con las domésticas, es decir con su vida familiar que se vería directamente favorecida y que indirectamente beneficiaría al empleador puesto que el rendimiento de su trabajador aumentaría alentado por la presencia de su núcleo familiar. Desde la óptica jurídica la regulación adecuada del teletrabajo en el Ecuadores muy necesaria, ya que esta forma de trabajo a distancia es perfectamente aplicable para que personas con discapacidad física puedan efectuar una labor y ejercer su derecho constitucional al trabajo y al Buen Vivir que proclama la Constitución de la República del Ecuador.