La Silla Vacía como mecanismo de Participación Ciudadana ha quedado en Letra Muerta, causando su Inaplicabilidad

Abstract

La Participación Ciudadanía constituye uno de los ejes centrales de la administración pública, en nuestro País al hablar de participación ciudadana, debemos remontarnos al inicio de la vida en comunidad ancestral, pues las diversas mingas que se desarrollaban en las comunidades indígenas con la finalidad de arar y sembrar así como cultivar la tierra, hasta posteriormente las organizaciones comunitarias, ya constituían participación social y ciudadana, luego, paulatinamente los diversos movimientos sociales tomaron fuerza logrando un rotundo protagonismo en la toma de decisiones en los asuntos de interés público, como conquista de masas. El desarrollo de la presente investigación intitulada “La Silla Vacía como mecanismo de Participación Ciudadana ha quedado en letra muerta, causando su inaplicabilidad”, permite conocer una problemática real en la que la ciudadanía siendo parte activa de la administración y control estatal no se empodera a plenitud de dichos derechos de titularidad, es así que la democracia, como canal de respeto de libertades y derechos, se fortalece con la participación activa de la ciudadanía, siendo un baluarte del poder desde la administración estatal para con los administrados, es decir se vincula directamente con la administración pública para en esa correlación y responsabilidad compartida sean parte de la deliberación, debate y posterior toma de decisiones de interés público. 3 La Constitución de la República del Ecuador, aprobada y puesta en vigencia a partir del 2008, crea los espacios y mecanismos para que el ciudadano pueda participar activamente en la esfera pública, siendo la Silla Vacía uno de los mecanismos vanguardistas y novedosos otorgando al ciudadano la facultad de ser parte de la adopción de las decisiones de su interés, así mismo la Constitución crea el llamado “Quinto Poder”. Es decir el Transparencia y Control Social, que entre las instituciones que lo conforman encontramos el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social el mismo que es el encargado de promover y buscar los medios para procurar que la ciudadanía se empodere de los diversos instrumentos con los que cuenta el ciudadano para actuar en la esfera pública, e históricamente por primera vez en nuestro País se ubica al ciudadano como un puntal principal en la administración pública, fortaleciéndose al expedirse por mandato constitucional la Ley Orgánica de Participación Ciudadana, en ella se establece los medios de ejecutabilidad de los diversos mecanismos previstos en la Constitución y la ley, detallando el objetivo de cada uno de ellos, tomando así impulso la democracia directa con la aplicación de la Silla Vacía ya que ella otorga derecho a voz y voto a quien haga uso del mecanismo en mención, es regulada tanto para su acceso y accionar a través de la emisión de resoluciones y ordenanzas respectivas en el marco de la competencia legislativa de los Gobiernos Autónomos Descentralizados, sin embargo en la actualidad no se evidencia una aplicación efectiva del mecanismo de participación ciudadana de la Silla Vacía por parte de los distintos niveles de gobierno, y se evidencia un lejano empoderamiento real de la ciudadanía, 4 dejando constancia que las disposiciones legales quedan en letra muerta o simplemente una vana enunciación gramatical y por ende su inaplicabilidad. El ordenamiento jurídico ecuatoriano establece que las sesiones de los gobiernos autónomos descentralizados son públicas y en ella existirá una Silla Vacía para que los ciudadanos accedan y sean parte de la toma de decisiones en los temas de su interés, imponiendo una sanción para las autoridades de los niveles de gobierno que no apliquen o simplemente no permitan hacer uso de los mecanismos previstos en la Constitución y la ley, la misma que consiste en la destitución o revocatoria del mandato, evidentemente una sanción demasiada drástica para aplicarla sin previa amonestación para tener antecedentes fundamentados para poder accionar posteriormente a la revocatoria del mandato. La inaplicabilidad del mecanismo de participación ciudadana ciertamente se produce por el desconocimiento ciudadano y por ende poco o nulo empoderamiento, por otro lado se puede hacer mención que las peticiones ciudadanas para acceder hacer uso de los diversos mecanismos de participación ciudadana son rechazadas al respaldarse los distintos gobiernos autónomos descentralizados en su autonomía y autodeterminación, es necesario puntualizar que las atribuciones y competencias del Consejo de Participación Ciudadana previstas en la Ley Orgánica del Consejo de participación Ciudadana y Control Social no existe una atribución o competencia sancionadora para poder amonestar a los diversos niveles de gobierno por no aplicar o no permitir el acceso a los mecanismos de participación