Estudio de la contaminación acústica producida por el parque automotor en la zona occidental de la ciudad de Loja

Abstract

La investigación se basó en determinar la contaminación acústica derivada de la circulación de los vehículos automotores en el sector occidental de la ciudad de Loja. Para el efecto fue necesario determinar los niveles de presión sonora; sus impactos en la salud; y, lineamientos alternativos para prevenir, mitigar y controlar la contaminación en referencia. Para la medición de los niveles de presión sonora generados por el parque automotor, en primer lugar se realizó la delimitación del sitio de estudio con la ayuda de mapas georefenciados, luego se procedió a ubicar los puntos de muestreo tanto en las calles principales como secundarias coloreándolos con rojo para su identificación, seguidamente se procedió a monitorear los niveles de presión sonora con la ayuda del Sonómetro de Medición OHM 2010 previamente calibrado, obteniendo un total de 158 puntos entre las siete calles principales y trece secundarias, la medición tuvo una duración de 10 minutos con tres repeticiones de cada punto, mismos que se tomaron en los tres horarios pico (7:30 a 9:30; 11:30 a 13:30; y, 17:30 a 19:30), además se registró el número total de vehículos que se diferenciaron en livianos, pesados y motocicletas. Así mismo se aplicó el análisis estadístico obteniendo el promedio, varianza, desviación estándar y coeficiente de variación con la información del monitoreo. Para un mejor entendimiento de los datos obtenidos se realizó los mapas de ruido utilizando el programa ArcGis 9.2. Luego para conocer los impactos que ocasiona la contaminación acústica del tráfico vehicular en la salud de los habitantes que residen en el sector de estudio, se realizó una muestra aleatoria sistemática de los mismos, la información se obtuvo a través de la aplicación del cuestionario. Y para contrastar esta información se consultó a médicos que laboran tanto en el Hospital Isidro Ayora como en las clínicas Galenos y San Agustín. Esta información, facilitó a elaborar las alternativas de lineamientos para prevenir, mitigar y controlar los niveles de ruido en el sector occidental de la ciudad de Loja. En la descripción de los resultados se determinó que en los tres horarios de horas pico los rangos de niveles de presión sonora son similares, van de 58,82 a 78,62 dB en las calles principales y de 62,14 a 78,66 dB en las secundarias. Pero tomando en consideración el límite permisible de 65 dB para el período diurno, en las calles principales dentro de los tres horarios pico el 87%, 91.1% y 90.4% están fuera del límite establecido en la legislación ecuatoriana. Dentro de las calles secundarias en los tres horarios pico, los dos primeros horarios el 100% sobrepasa el límite permisible, mientras que el horario de las 17:30 a 19:30 el 97,4% exceden el límite ya mencionado; todos los porcentajes permiten establecer el grado de contaminación de la atmósfera por el ruido en la mayoría del área de estudio, debido a la circulación vehicular fuente principal de la contaminación acústica. Cabe indicar que el mayor nivel de presión sonora se registró en la calle Juan José Samaniego entre Manuel Agustín Aguirre y Lauro Guerrero con un valor de 78,66 dB, esto se debe a que por estas calles existe una pendiente pronunciada y con la circulación de vehículos pesados como buses, camiones entre otros, producen un incremento considerable en los niveles de ruido. Mediante el análisis estadístico, se logró determinar que en las calles principales los promedios van de 71,30 a 71,61 con un coeficiente de variación de 5,17 a 6,35; mientras que en las calles secundarias los promedios van de 70,03 a 71,69 con el coeficiente de variación de 3,44 a 4,23; estos datos reflejan una realidad muy particular, ya que tanto en los dos casos no existe mayor variación en los niveles de presión sonora. En relación a las enfermedades que en la actualidad aquejan a los moradores producto de la exposición continua al ruido, han señalado en su mayor parte que un 85% presentan problemas a la salud por el ruido como: dolor de cabeza, estrés, molestias al oído, depresión, irritabilidad, insomnio, y pérdida de la audición. Es necesario recalcar que toda la información fue contrastada con los criterios de los médicos encuestados. Con todo lo expuesto, se concluye que los factores que influyen directamente en el incremento del ruido son: mal estado de conservación de los vehículos y de las calles, pendientes pronunciadas, poca señalización, los cuales originan alteración en el tráfico vehicular. Por otro lado la falta de conciencia ambiental de la ciudadanía se transforma en un componente importante en la generación de ruido, ya que los conductores de vehículos principalmente públicos utilizan indebidamente la bocina y resonadores causando molestias a las personas e incrementan considerablemente los niveles de ruido.