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https://dspace.unl.edu.ec/jspui/handle/123456789/8039
Título : | Técnica de alimentación oral en pacientes geriátricos hospitalizados |
Autor : | Córdova, Olivia González Chuico, Gladys del Carmen |
Fecha de publicación : | 2010 |
Resumen : | En las diferentes edades y situaciones biológicas, los requerimientos nutricionales poseen características distintas, y por ende la alimentación es también particular para cada etapa de vida. Es evidente que no todas las personas necesitan la misma cantidad de nutrientes para tener una buena calidad de vida; pues, depende de muchas variables como: edad, ocupación, sexo, metabolismo, actividad física entre otros. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) la alimentación tiene mayor importancia conforme avanza la edad. “Durante los últimos decenios el progresivo desarrollo de la geriatría co¬mo especialidad autónoma ha permitido conocer mejor aquellos aspectos específicos que vienen a establecer las diferencias entre el adulto no an¬ciano y el que sí lo es. Este conocimiento permite una aproximación más adecuada y eficaz a los distintos problemas médicos del anciano enfermo, incluidos aquellos que requieren un tipo de alimentación especial” Aunque el envejecimiento es un proceso progresivo natural, cada persona lo experimenta de manera particular según múltiples factores. La definición de envejecimiento es controversial, y es difícil establecer su comienzo cronológico, más aún con el incremento de la longevidad actual. Un criterio relaciona su inicio con los primeros signos que evidencian una disminución de la capacidad laboral (entre los 60 y 70 años); otro desde el inicio del decaimiento de la potencia física (entre los 30 a 45 años); y hasta hay quienes consideran que desde los 10 años ya se inicia un proceso de envejecimiento de algunos órganos (por ejemplo los ojos llegan a su máximo desarrollo a esa edad, y a partir de allí comienzan a “envejecer”). Generalmente se considera que el envejecimiento como promedio, empieza desde los 65 años. Respecto a la alimentación propiamente dicha del grupo etario geriátrico, se le debería dar la importancia que se merece, no obstante y en líneas muy generales, podría decirse que a partir de los 65 años, una persona ya posee un metabolismo de tercera edad, debiéndose tener en cuenta algunos factores para su dieta, entre los principales: Cambios sensoriales: Son frecuentes los cambios en el gusto (y también de otros sentidos como el olfato y el oído), debidos fundamentalmente a la atrofia de las papilas gustativas, La sensibilidad por el dulce o el salado cambia, lo que lleva en muchos casos al consumo de alimentos fuertemente sazonados o azucarados. Cambios Biológicos: Aunque el tiempo pasa hay aspectos que suelen cambiar poco con la edad por ejemplo los rasgos de nuestra personalidad. En contrapartida hay características fisiológicas que sufren importantes modificaciones, todo esto favorece el surgimiento de enfermedades, en las que la nutrición puede ser un importante factor terapéutico. Cambios gastrointestinales: Que afectan al apetito, y a la capacidad de digerir y absorber nutrientes la respuesta normal al apetito se altera, como consecuencia de las variaciones en determinadas hormonas y metabolitos. El riesgo de algún grado de anorexia en este grupo de población está incrementado, y se relacionan, mayormente con los cambios emocionales, con los estados de soledad, en las principales causas de anorexia, pudiendo llevar a estados de malnutrición más o menos severa; elevando el riesgo de anemias, diarreas, mal absorción etc. Otro de los problemas que afectan directamente al proceso de la digestión es la pérdida de piezas dentales, esto obliga a limitar la trituración bucal con lo que los procesos digestivos propiamente dichos se vuelven más difíciles y molestos. Todo esto redunda en que los ancianos elijan unos alimentos y rechacen otros, y en este proceso de selección pueden perderse valores nutritivos. Pues a través de la alimentación se cubren las necesidades alimenticias, debiendo ser fundamental tener muy en cuenta, a la hora de aportar nutrientes al organismo del anciano, los hábitos individuales, sexo, talla, peso; aspectos culturales, medio-ambientales (clima, temperatura, humedad…). La vía tradicional o habitual para la ingesta de alimentos es la boca (vía oral), las personas adultas son capaces de alimentarse por sí mismas; pero hay determinadas ocasiones que por razones generalmente de salud esta capacidad motora se altera, realidad cotidiana observada en los pacientes geriátricos, ingresados en las instituciones hospitalarias. Es el personal auxiliar de enfermería el encargado de ayudar al paciente en la tarea de alimentarse, hasta que él pueda de nuevo ser autosuficiente para realizarla. Por tales razones, como egresada y futura profesional como técnica Auxiliar de Enfermería, previo a la titulación presenté el proyecto de investigación con la temática “Alimentación Oral en pacientes geriátricos hospitalizados” con la finalidad de dar cumplimiento al requisito curricular académico y también con el objetivo de recopilar información sobre el procedimiento mencionado para documentarlo y contribuir con una guía orientadora para el desarrollo del procedimiento; trabajo de investigación realizado en el Hospital Luís Moscoso Zambrano. Al término de la investigación, se recogieron en el presente informe, todas las experiencias y la revisión bibliográfica de la temática planteada, informe que pongo a vuestra disposición en espera de sus aportes que, estoy segura beneficiará la técnica. |
URI : | http://dspace.unl.edu.ec/jspui/handle/123456789/8039 |
Aparece en las colecciones: | Biblioteca A.S.H. |
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