La comunicación un atributo de la naturaleza o una conquista de la cultura en profesionales de la ciudad de Riobamba, 2008

Abstract

El ser humano ha sido el creador de un sinnúmero de aparatos para comunicarse con los demás de su especie, pero no, para comunicarse con las plantas, con los animales y con el resto de la naturaleza. Además se desconocen las incalculables formas de comunicación que existen en ella.

Por ejemplo, con respecto a la cultura; podemos comunicarnos entre nosotras/os sin mayor conocimiento de ella. Sin embargo, no hemos aprendido a atender y entender la voz de la naturaleza que se manifiesta a través de: terremotos, deslaves, erupciones de volcanes, lluvias en exceso, días de calor intenso, especies animales y vegetales en peligro de extinción. O no queremos entender que las manifestaciones antes señaladas son gritos de auxilio de la naturaleza. Al parecer, aquí se hace efectivo el siguiente refrán que dice “No hay peor sordo que aquel que no quiere oír”. Todo el mundo, aunque a veces sin ser consciente de ello vive y participa de una multitud de sistemas de comunicación que rompen su aislamiento y le integran dentro de una comunidad. Los seres humanos se comunican por el lenguaje oral y/o escrito; intercambian continuamente mensajes por medio de la radio, la prensa, la TV e Internet. El simple hecho de andar a solas por la calle implica recibir una gran variedad de signos de comunicación, por ejemplo: el color de las luces de los semáforos, el sonido de los cláxones de los coches, (los pitos de los carros) los letreros y anuncios de las tiendas, la misma indumentaria de la gente que transmite determinadas actitudes y posturas ante la vida (Urrutia).