Indebida aplicación de la normativa que regula la prestación de alimentos a los obligados subsidiarios cuando estos adolecen de enfermedades catastróficas

Abstract

La Constitución de la República del Ecuador reconoce la preeminencia de los derechos de los niños, niñas y adolescentes y de las personas con enfermedades catastróficas. En el caso de los alimentos, el Código de la Niñez y Adolescencia establece un orden para el pago de la pensión de alimentos a los obligados subsidiarios, pero sin considerar la situación de quienes padecen enfermedades catastróficas. Tanto los niños como las personas con enfermedades catastróficas tienen derecho a una atención especializada y gratuita en todos los ámbitos y niveles, lo que permite que sus garantías y derechos no se vean vulnerados. El Código de la Niñez y Adolescencia en el Ecuador establece obligaciones alimenticias a favor de los niños, niñas y adolescentes, designando a los obligados subsidiarios en caso de que los padres no puedan cumplir con la obligación alimentaria. Sin embargo, surge un problema cuando los obligados subsidiarios adolecen de enfermedades catastróficas, ya que se encuentran en una situación de doble vulnerabilidad. La normativa actual no contempla este problema jurídico, lo cual produce una antinomia y vulneración de derechos constitucionales como grupo de atención prioritaria según el artículo 35 de la Constitución de la República, resaltando también que existe la ponderación de derechos según lo establece el artículo 3 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, se debe considerar y proteger el principio del Interés Superior del Niño como los derechos que tienen las personas con graves problemas de salud. El Estado debe asegurar que los derechos tanto de los obligados subsidiarios en caso de adolecer de enfermedades catastróficas o de alta complejidad como el de los alimentados no sean vulnerados, protegiendo la integridad física y psicológica, el derecho a la salud y de alimentos de ambas partes para garantizar una buena calidad de vida.