Regulación de la Asamblea Nacional para garantizar la actividad económica, social, judicial y laboral de los legisladores mediante una minoritaria conformación

Abstract

La presente investigación que se presenta bajo la modalidad de tesis hace referencia a un problema jurídico que merece transformarse para solucionar y superar la problemática socio jurídico que se identifica en el Art. 4 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa estipulando la conformación de la Asamblea Nacional en concordancia con el Art. 118 de la Constitución de la República del Ecuador en el que se determina la integración de la Asamblea Nacional, la misma que en la actualidad está conformada por 137 asambleístas, lo cual es un número exorbitante e innecesario para el ineficaz ejercicio de sus funciones, y el problema radica primeramente en que los legisladores desconocen de los principios en que se basa el ordenamiento jurídico y un sistema democrático, tampoco han tenido una ideología estable respecto a la política, generando corrupción, incompetencia laboral, desentendimiento de la problemática social y además involucrando un gasto elevado a los recursos del Estado, más bien se debería dinamizar más la proyección de leyes a favor de los ecuatorianos y ecuatorianos, para garantizar la actividad legislativa y fiscalizadora que deben cumplir.

Por lo tanto considero necesario que se reforme la Ley Orgánica de la Función Legislativa, estipulando la disminución del número de 116 asambleístas provinciales, a solamente 65 asambleístas provinciales, para que de alguna manera mientras menos discrepancia haya en la toma de decisiones se pueda asegurar de alguna manera la eficacia y eficiencia de sus funciones, este

derecho se ha visto vulnerado debido al incumplimiento de sus responsabilidades laborales dentro de la Asamblea Nacional que han ido en contra de algunos asambleístas en la actualidad, demostrando que la mayoría no poseen dicha virtud de brindar al pueblo ecuatoriano la seguridad jurídica que deben dar estos funcionarios, además de todo lo expuesto deberíamos ver el lado positivo al reducir el número de asambleístas que sería generar una reserva económica al presupuesto General del Estado, dicho ahorro deberá ser guiado a la educación, salud y vitalidad del pueblo ecuatoriano.