Improcedencia del Procedimiento Abreviado en Delitos contra la Integridad Sexual y Reproductiva y Violencia contra la Mujer o Miembros del Núcleo Familiar

Abstract

Todos los delitos que se cometen, día tras día, generan alarma en la sociedad, más impacto aún o mayor conmoción social generan los delitos contra la Integridad Sexual y Reproductiva y Violencia contra la Mujer o Miembros del Núcleo Familiar, independientemente de si la víctima es una mujer o un hombre, con mayor razón cuando hay víctimas menores de edad, es decir, niñas, niños o adolescentes. El Derecho Penal es agresivo tanto para la víctima como para el procesado, pero siendo realistas más vulnerable se encuentra la víctima que el procesado, ya que ha sido aquella víctima quien ha padecido o ha experimentado ese daño directamente provocado por su victimario o agresor. Aunque, si bien es cierto, no hay que desconocer que la Constitución de 2008, reconoce los derechos y garantías de las víctimas y no exclusivamente solo al procesado como se lo venía haciendo tradicionalmente, aquello solo queda en papel cuando hasta ahora no se ha logrado efectivizar aún ese reconocimiento de derechos a las víctimas de tales delitos. Específicamente, me refiero a la aplicación del Procedimiento Abreviado que se da en los delitos contra la Integridad Sexual y Reproductiva y Violencia contra la Mujer o Miembros del Núcleo Familiar. Cuando me enteré, por primera vez, que estos delitos también se podían tramitar por medio de este procedimiento abreviado quedé estupefacta porque no entiendo realmente como algunas personas conciben como algo justo tratar delitos tan delicados por medio de la aplicación de este procedimiento abreviado. Aquello, refleja una desacertada política criminal que nuestros legisladores pasaron por alto al momento de establecer procedimientos especiales sin establecer parámetros adecuados para cuando se trate de 3 sustanciar y juzgar ciertos delitos; han establecido normas jurídicas que privilegian a los transgresores de las leyes como la concesión de beneficios desproporcionados y no han adoptado medidas eficaces en pro del restablecimiento del derecho, de quienes por años han sido y siguen siendo olvidadas en el sistema jurídico penal actual: las víctimas. Estos delitos, en algunos casos no dejan evidencia física, pero si producen alteraciones en su salud mental y en su entorno social por lo que es fundamental su testimonio, pero no el único, ya que también se puede dar el caso que la “víctima” quiera sacar ventaja de dicha situación. Pero no por ello se la va a excluir del desarrollo de cualquier proceso o diligencia en la que esté involucrada. De ahí, que la participación tanto de la víctima como el procesado en el proceso penal, debe ser importante, puesto que la presencia de ambos es vital desde un primer momento procesal, sobre todo la víctima la cual debe ser representada de manera eficiente y real para que así no sienta esa desconfianza en la administración de justicia y sobre todo aquel delito quede en la impunidad.