Improcedencia del tipo penal de femicidio y su nueva tipificación

Abstract

El presente trabajo investigativo trata de implementar la teoría de que tratar al delito de dar muerte a una mujer como un delito diferente al asesinato, resulta por decirlo menos excluyente y discriminante para las personas de sexo masculino. Sabemos y entendemos que en esta sociedad la violencia intrafamiliar es un problema latente que no se ha logrado erradicar, dicha violencia no es consecuencia de la sociedad moderna, sino al contrario, trae consigo una historia muy bien disimulada, pues viene desde hace mucho tiempo atrás. En estos tiempos se habla mucho de equidad de género y tendemos a satanizar el tema de que hombres y mujeres somos iguales; sin embargo, cuando hablamos de derechos, en ocasiones tratamos de que los de las mujeres prevalezcan por sobre los de los hombres y es precisamente ahí cuando la equidad pierde su objetividad, no se puede hablar de equidad cuando tratamos de tipificar un delito solo para cierto grupo de la población (población femenina), pues las leyes deben regir y proteger a todos por completo y desde esa perspectiva al delito de femicidio se lo ha tipificado improcedentemente puesto que no solo las mujeres pueden ser víctimas de violencia familiar ligada a la posibilidad de muerte. Actualmente cada vez es más frecuente enterarse de que producto de violencia familiar existen muchos hombres que también son maltratados física y psicológicamente por sus esposas, y hasta en varios casos han resultado asesinados por ellas, entonces este delito no es único de hombres o mujeres, este delito no tiene nada que ver con el género, más bien es un delito general, en donde la víctima puede ser cualquiera, hombre o mujer, sin distinción ni condición; es por ello que resulta improcedente tener y sostener un tipo penal como el femicidio. Seguramente puede resultar vergonzoso y hasta gracioso el escuchar que un hombre está siendo maltratado por una mujer; sin embargo, es una realidad palpable en nuestra sociedad, en donde, aunque nos cueste reconocerlo, la violencia familiar es el pan de cada día y las víctimas pueden ser cualquiera de sus miembros, por lo que la justicia debe considerar que el delito no distingue género y que se deben tomar las acciones necesarias para identificar la improcedencia del tipo penal de femicidio.