Sanciones establecidas para el delito de violencia psicológica que causen un daño severo no guardan relación con el principio de proporcionalidad

Abstract

El Art. 157 del Código Orgánico Integral Penal tipifica y sanciona a “La persona que, como manifestación de violencia contra la mujer o miembros del núcleo familiar, cause perjuicio en la salud mental por actos de perturbación, amenaza, manipulación, chantaje, humillación, aislamiento, vigilancia, hostigamiento o control de creencias, decisiones o acciones”, el delito psicológico contra la mujer o miembro del núcleo familia, cuando cause perjuicios a la salud mental, y ésta se determina por la capacidad de cada persona de disponer o general recursos subjetivos para abordar las situaciones conflictivas que se suscitan en el núcleo familiar. La violencia psicológica atañe con la alteración de parte del agresor con ataques psicológicos, que en la víctima queda en situaciones de desamparo psíquico, sin protección, ni recursos. De acuerdo al Art. 157 numeral 3 del Código Orgánico Integral Penal, indica que la violencia psicológica contra la mujer o miembro del núcleo familiar será sancionado: “Si la causa del daño psicológico severo que aun con la intervención especializada no se ha logrado revertir será sancionado con pena privativa de libertad de uno a tres años”, estas se refieren a las consecuencias producidas por el agresor debido al maltrato verbal, pero su daño es severo o eterno, pero con daño psicológico, lo que viene a constituir una perturbación al equilibrio mental permanente de carácter patológica, hecho que altera la personalidad al equilibrio regulado por el razonamiento y las facultades intelectuales de la persona humana y causa una incapacidad psíquico y mental. Se indica al daño psicológico severo, ilícito que viene a ser permanente, lo cual causa en la persona una impresión o huella neurológica en el sistema nervioso, referidas al padecimiento de nervios. Este sistema se puede dividir en dos grandes grupos: “1. Sistema cerebral; y, 2. Sistema neurovegetativo”. Tomando en consideración que la manifestación de la violencia cause a un perjuicio a la salud mental de manera severa, es de entender que es irreversible, en la cual se indica que el agresor será sancionado con pena privativa de libertad de uno a tres años, lo cual considero que vulnera el principio garantizado en el Art. 76 numeral 6 de la Constitución de la República del Ecuador, en que la “ley debe establecer la proporcionalidad entre infracciones y sanciones penales”, es así que el legislador debió establecer una mayor sanción en la pena privativa penal, porque causa un perjuicio permanente, al constituirse el daño psicológico como severo, al ser un hecho que trasciende del derecho a la libertad garantizada en el Art. 66 numeral 3 de la misma norma constitucional del derecho a la integridad personal, que incluye una vida libre de violencia en el ámbito público y privado. En este sentido el daño psicológico severo llega a constituirse en un dolo que deja a un ser humano discapacitado por toda la vida, así la afectación neuronal, no tiene ni cura, ni tratamiento, lo cual es un grave delito, que el agresor debe remediar con la indemnización de daños y perjuicios y con el cumplimiento de una mayor sanción a la señalada en Art. 157 numeral 3 del Código Orgánico Integral Penal.