Diseño y construcción de una máquina para ensayos de impacto.

Abstract

En la máquina para ensayos de impacto se puede comprobar la resiliencia de los materiales mediante una prueba que consiste en romper de un solo golpe, con un mazo de caída pendular, una probeta de forma y dimensiones prefijadas apoyada por sus extremos y con una entalla o muesca en su parte central. El mazo se mantiene a una determinada altura ya establecida, por medio de un dispositivo de enganche.

La probeta va dispuesta en la base, puede estar apoyada por ambos extremos o fijada por uno y libre en el otro; en el primer caso se tendrá una rotura por flexión, y en el segundo por flexión y tracción.

La energía gastada por la rotura de la probeta se determina según los datos de la tabla, en la cual el valor de esta energía viene dado en función del ángulo de ascenso del péndulo después del golpe. El péndulo arrastra la aguja sobre el eje de articulación, de tal manera que cuando este retrocede después de haber roto la probeta, la aguja permanece inmóvil en la escala del aparato, determinando el ángulo de ascenso e indicando la energía absorbida por la probeta.

Las máquinas para la prueba de resiliencia disponen de un trabajo de choque ligeramente superior al necesario para romper la probeta; en consecuencia, después de su rotura, aún le queda al mazo cierta energía cinética que le permite subir hasta una determinada altura.

La diferencia entre la energía de choque disponible aplicada a la probeta y la residual, representa el trabajo absorbido por la rotura; dividiendo este trabajo por la sección recta de la probeta se obtiene el valor de resiliencia, el cual viene dado por la relación entre el trabajo en kilográmetros absorbido por la rotura y el área de la sección recta de la probeta en el plano de simetría de la muesca. A fin de que la energía perdida en la máquina a causa de movimiento, giros y vibraciones sea despreciable, su construcción debe ser rígida y estable.