Necesidad de reformar el art. 38 del código orgánico integral penal, a fin de sancionar penalmente a los adolescentes infractores que cometen delitos contra inviolabilidad de la vida

Abstract

La delincuencia juvenil es tan antigua como la humanidad. A pesar de no tener ninguna duda sobre la existencia de un derecho penal precolombino, como por ejemplo el de los pueblos Aztecas, Mayas, Incas o de Mesoamérica, desconocemos si existía alguna regulación especial, o particular para niños y jóvenes que cometieren algún “delito”. Lo mismo que se desconocen las regulaciones de estas situaciones en el llamado derecho colonial americano. “A finales del siglo XIX la mayoría de los países latinoamericanos tenían una basta codificación, especialmente en Constituciones Políticas y Códigos Penales, la regulación de la criminalidad juvenil no era objeto de atención particular”1. Es a principios de este siglo en que se ubica la preocupación por la infancia en 105 países de nuestra región. Esto es el resultado de la internalización de las ideas que se inician en el siglo XX, primeramente, con la Escuela Positiva y luego con la Escuela de la Defensa Social. “La primera legislación específica que se conoce fue la Argentina, promulgada en 1919. Pero fue en décadas posteriores en donde se promulgaron la mayoría de las primeras legislaciones. Esto llevó a establecer reglas especiales en el derecho penal de menores, tanto en el predelictiva, la situación irregular y la sentencia indeterminada. “Un hito en el desarrollo histórico del derecho de menores lo marcó la Promulgación de Convención General de Derechos del niño en 1989, luego de la entrada en vigencia de esta convención se ha iniciado en los años 90 un proceso de reformas y ajustes legislativos en varios países de la región, específicamente en Colombia, Brasil, Ecuador, Bolivia, Perú, México y Costa Rica”2. La delincuencia ha aumentado de forma alarmante en los últimos tiempos, pasando a ser un problema que cada vez genera mayor preocupación social, tanto por su incremento cuantitativo, como por su progresiva peligrosidad cualitativa es así que:  La mañana del 25 de mayo de 2011, el cuerpo de Damaris Cabrera, de 16 años, fue encontrado dentro de sacos de yute en la quebrada de Santa Bárbara en Chillogallo (sur de Quito), en el rapto, tortura y asesinato de Damaris participaron dos menores de edad.  En 2010, un joven de 16 años fue degollado en Machala (El Oro). Otro menor de edad estuvo involucrado en el hecho y fue sentenciado a cuatro años de reclusión. Hasta nuestro actual presidente de la República Eco. Rafael Correa dijo que “los delitos graves cometidos por los menores de edad deben tener sanciones proporcionales a la de los adultos y deben ser acumulativas. El factor 2 htp://www.monografías.com/DELINCUENCIA JUVENIL. fundamental es creer que la edad es un factor decisivo para establecer las penas”3, explicó. Los crímenes cometidos por menores de edad van en aumento, por lo cual, es necesario que exista la intervención penal, ya que para erradicar esta clase de infracciones y proteger a las personas es necesario que la sanción este acorde con la gravedad del delito (en el cual se toma en cuenta las circunstancias de la infracción) sin tomar en cuenta la edad.