La injuria en la legislación penal Ecuatoriana

Abstract

Desde los primeros tiempos en que se observa el ordenamiento jurídico dentro de las sociedades, hasta las modernas y contemporáneas, se han visto preocupadas y obligadas a defender al honor para mantener la paz, el equilibrio y el orden social de una forma arbitraria y todo lo han moldeado dependiendo de las preocupaciones y costumbres de cada época y de cada país. Pues, nuestro país no es la excepción, en los últimos tiempos hemos visto como en la legislación penal ecuatoriana, se ha creado el Código Orgánico Integral Penal, sustituyendo a los anteriores códigos que se encontraban divididos en la parte sustantiva y adjetiva en diferentes cuerpos, y la Ley Orgánicas de Transporte Terrestre y Tránsito; partiendo del nuevo instrumental jurídico producido no sólo por la doctrina, sino también por la jurisprudencia de tribunales constitucionales y penales nacionales e internacionales. En las sociedades democráticas, conciben y mantienen ciertos matices dentro de la normativa penal guiados bajo la doctrina y jurisprudencia de los años, que sin embargo, en el Ecuador se basa a los desarrollos normativos, 3 doctrinales y jurisprudenciales modernos adaptados a nuestra realidad, como mecanismo estratégico para promover una cultura penal y fortalecimiento de la justicia penal existente, en su procedimiento las personas sometidas al poder penal como víctimas o procesados tienen en todas sus etapas, derechos y garantías. Preocupación que me ha llevado a realizar un estudio sobre los derechos y garantías en el nuevo marco constitucional, donde se reconoce y se garantiza a las personas el derecho al honor y el buen nombre, la ley protegerá la imagen y voz de la persona, si bien es cierto que la nueva legislación penal ecuatoriana está basada en nuevas doctrinas y jurisprudencia, la adaptación no está acorde a una realidad existente, tomando en cuenta que la ley penal busca el orden social, esto debido a que dentro de los delitos contra el honor y buen nombre donde tienen espacio las infracciones que fracturan la dignidad y reputación de las personas solamente se encuentra incluido el delito de calumnia y borrado de una manera drástica el delito de injuria, con la que se ha logrado mantener de alguna manera la ola de descréditos y deshonras hacia particularidades y colectivos; y para llegar a defender esta institución que se vea incrustada en nuestra legislación penal, he realizado un estudio a nuestra constitución en lo referente a los derechos y garantías, para luego guiarme con las diferentes doctrinas y jurisprudencia hacia el camino de los comportamientos humanos. Si en la Constitución existe los derechos al honor y al buen nombre, en el Código Orgánico Integral Penal tiene un espacio en los derechos de libertades, los delitos contra el derecho al honor y el buen nombre; y si el honor es nuestros sentimientos íntimos de nosotros mismos que se traduce en dignidad que al ser puestos en conocimientos de la sociedad, se convierte y se mantiene el estatus del hombre durante su vida y una vez que ofenden estos sentimientos, destruyen la dignidad y reputación de las personas. La injuria significa todo acto contrario a derecho, y el ataque de la persona que ofende el honor, ofende un derecho tan importante y tan apreciable al ser humano; y, es cualquier expresión ultrajante despreciativa que no contenga la imputación de algún hecho delictivo, que sin embrago no está inscrita dentro de los delitos al derecho al honor y al buen nombre. Además para llegar a constituirse esta tesis investigativa he tenido que apoyarme en elementos que me ayuden a entender como la sociedad, la tiene concebida a esta institución, y si debe o no estar incluida en nuestra legislación penal, esto mediante el aporte especial de los profesionales en derecho, que han dado una luz para combatir a este nuevo desajuste en el ordenamiento penal y observar mediante encuestas como lanzan sus preocupaciones, cuando el honor se mira en juego, y en esto se verán garantizadas sólo los derechos del sospechoso y garantizarán la impunidad, porque no sólo se afecta a la dignidad y reputación con la imputación de un delito, sino, con frases y expresiones ofensivas que no pueden ser probadas pero que destrozan mucha de las veces ese vínculo que todo hombre anhela, la paz en la sociedad.