Necesidad de reformar el artículo 316 del código civil en cuanto se refiere a la edad entre el adoptante y adoptado a fin de que se armonice con lo estipulado en el código de la niñez y adolescencia

Abstract

La Adopción hoy en día representa una Institución jurídica, encargada de la protección del niño, niña y del adolescente, siempre y cuando éste se encuentre en capacidad para ser adoptado por una familia sustituta que esté dispuesta a velar por su buen desarrollo y evolución en el transcurso de su vida. Los trámites de adopción en nuestro país, siempre han sido largos y engorrosos, pero desde julio de 2003, cuando entra en vigencia el nuevo Código de la Niñez y Adolescencia, se establecen más requisitos que deben cumplir los adoptantes, por lo que el proceso se volvió prolongado, complejo y burocrático, lo que torna a este tipo de asuntos legales en uno de los más complicados, con la justificación de precautelar los intereses de los menores de edad. Es bien sabido que ciento de parejas presentan las solicitudes de adopción de bebés recién nacidos, pero es de tal magnitud burocrático el trámite que la adopción culmina cuando el niño o niña ha cumplido aproximadamente dos años de edad. El Código de la Niñez y adolescencia en el Art. 153 establece los principios específicos que rige la adopción; y en el Art. 159 los requisitos a los candidatos a adoptantes. Pero como no existen plazos determinados para toda ésta fase administrativa los adoptantes deben someterse a un largo procedimiento, el cual dura aproximadamente entre 9 meses a un año hasta obtener la declaratoria de idoneidad. Y hasta que efectivamente salga la resolución puede tomar un año y medio a 2 años en el mejor de los casos. Por la demora, en ocasiones los solicitantes de la adopción no continúan con la tramitación y con ello los niños que no tienen un hogar establecido no pueden ser acogidos por una nueva familia. Una de las trabas principales del proceso está en la investigación sobre la situación legal, social y psicológica del niño, y sobre la posibilidad o no de ser adoptado por familiares, un paso que en este momento tarda años.