La ausencia de una normativa en el código de la niñez y adolescencia que suspenda el pago de las pensiones alimenticias, afecta el derecho del alimentante cuando retoma la convivencia familiar

Abstract

La familia cumple funciones asociada a los deberes afectivos, a la transmisión de pautas de conductas de los padres hacia los hijos, y a la socialización en el cumplimiento de las reglas. También se le agrega una función directamente monetaria, que consiste en transferir recursos de los padres a los hijos, para que estos últimos adquieran las habilidades para el desarrollo de su vida. Lo que incluye vivienda, salud, vestuario, educación y esparcimiento. Este es el derecho de alimento, mediante este derecho las sociedades hacen cumplir los deberes de contribución entre los miembros de una familia. Es evidente mencionar que ese deber se cumple muchas veces de forma espontánea, pero al asociarlo con las rupturas de pareja deja, a veces, de cumplirse espontáneamente y es necesario hacerlo cumplir. Hasta la presente fecha, los reclamos por concepto de una pensión mensual se los hace con el patrocinio de un abogado y de acuerdo al criterio del juez respecto a la cantidad que se debía asignar y con el precedente de que las decisiones se las tomaba luego de que el padre responsable argumentaba muchos inconvenientes y terminaba pagando la cantidad que de buena gana quería y cuando le parecía oportuno de acuerdo a sus conveniencias. Es decir que si argumentaba que no le alcanzaba el dinero o no tenía trabajo, simplemente el niño a través de su madre no recibía ninguna cantidad de dinero o si recibía, era una cantidad pequeña. Es importante destacar que el padre era el único familiar que respondía a esta exigencia legal. Sin embargo, las demandas se las puede realizar con o sin el patrocinio de un abogado, pues tan solo basta la presentación de un formulario donde consten todos los datos necesarios para iniciar la causa. Luego de un plazo máximo de dos días, el Juez fijará una cantidad mínima por pensión (a establecerse) y con carácter de pago inmediato, independientemente del proceso iniciado. Además la decisión final se la tomaría en una sola audiencia “audiencia única” en corto plazo, pero la solución sería la agilidad y seguimiento que se los de a los diferentes casos sin perjudicar tanto al alimentante como el alimentado. La problemática surge al notar que existe un vacío legal en el Código de la Niñez y Adolescencia que afecta directamente al derecho del alimentante en cuanto a reclamar una suspensión de pago de pensiones alimenticias, toda vez que se ha comprobado por la vía legal que ha retomado su rol familiar y convive bajo un mismo techo, lo cual conlleva a cumplir con todas las obligaciones para con su alimentado, entendiéndose como cumplimiento el económico, moral y social de manera absoluta, ejerciendo la manutención en todos los aspectos, entonces mal puede la ley exigir que siga cancelando las pensiones alimenticias y la madre del menor a pesar de ya no tener al hijo bajo su manutención total, siga cobrando las prestaciones alimenticias, teniendo un efecto negativo debido a que aquel dinero debe invertirse en beneficio del niño o adolescente más no para otras finalidades ajenas; el problema radica que en la parte jurídica no se ha suspendido el pago alimenticio, corriendo el riesgo que en lo posterior se le practique al alimentante una liquidación de pensiones alimenticias adeudadas y tenga que cancelar o simplemente se le detenga como medida por el no pago producto de una boleta de apremio personal . Si bien es cierto, en la eventualidad de que el demandado no haya cancelado las pensiones alimenticias impuestas por resolución judicial por el hecho de haber entrado a una convivencia nuevamente con la madre del menor; o, aquel demandado y alimentante se encuentre protegiendo al menor debido a que la madre por cualquier circunstancias lo haya dejado de hacerlo. Mal podemos emitir criterios simplistas como el expresar que no importa quien tenga al menor, si el Juez le impuso alimentos debe pagarlos o debe privárseles de la libertad hasta que cancele, esto necesariamente se produce por la falta de normativa a la que hacemos mención, pues en forma orientada y justa permita al juzgador emitir una resolución ajustada al derecho y no ajustada a la realidad. Es por ello importante y necesario considerar una normativa en el Código de la Niñez y Adolescencia para suspender las pensiones alimenticias mientras subsista la unión entre el alimentante el derechohabiente y así no ocasionar perjuicio económico alguno, e incluso con ello mejore las relaciones parento filiales entre padre e hijo (s) que en muchas ocasiones ha sido causas de discordias familiares aduciendo que como puede ser posible que aparte de brindarle la protección y cuidado a su hijo debe seguir pagando alimentos, cuyo dinero cobraría la madre sin que llegue al niño, niña o adolescente.