Revisión y regulación del salario de los trabajadores privados que perciben una remuneración mayor al salario básico determinado por el estado anualmente

Abstract

El presente trabajo investigativo, es una recopilación de ideas para dar sustento a la necesidad de que el Estado intervenga, no solo en la fijación año tras año de un salario mínimo vital a través de su organismo designado para tal efecto, CONADES, o Consejo Nacional de Fijación de Salarios, sino también para obligar a los empleadores ( salvo contadas excepciones) que absortos en sus objetivos de lucro a pesar de la inflación obvia y agobiante que nos golpea año tras año, no consideran aumentos de sueldos para los trabajadores que están percibiendo una remuneración por encima de la obligatoria mínima. ¿La causa de ello? “simplemente como nadie me lo obliga, me ahorro y no lo hago, ¡aunque si subo los precios de mis servicios porque todo sube!”…. ¿Las consecuencias? Trabajadores que pierden su calidad de vida, que se desmotivan, que ven día con día las posibilidades de tener una vida digna con más dificultades, ilusiones derrotadas o muy lejanas, hasta que, con temor, con resignación, y con valentía por qué no, deciden buscar un nuevo trabajo, para poder negociar otra vez un sueldo que les alcance nuevamente para vivir dignamente, dejando ir por la borda una vida lograda de proyectos, amistades, recuerdos, anécdotas, sueños, etc., en donde el trabajador deja mucho de sí, porque al fin y al cabo, con 8 horas diarias, sin duda en el lugar de trabajo se entrega una tercera parte de la vida. Nuestra carta magna en su artículo 328, nos dice “La remuneración será justa, con un salario digno que cubra al menos las necesidades básicas de la persona trabajadora, así como las de su familia; será inembargable, salvo para el pago de pensiones por alimento. El Estado fijará y revisará anualmente el salario básico establecido en la ley, de aplicación general y obligatoria” El trabajo conforme el desarrollo de la humanidad se convirtió en la actividad que dignifica al hombre, que le permite su desarrollo intelectual y o de habilidades físicas que lo engrandecen, y que, además es el medio de obtener la remuneración, que será el medio para que pueda conseguir lo que necesita para tener una vida digna. El Estado debe velar porque eso se cumpla, y aunque en el artículo citado anteriormente ya se establece que éste se preocupará por establecer el salario básico, vemos que ahí no termina el problema. Claro que todos estamos de acuerdo que por ahí debemos empezar, de ninguna manera podemos concebir que alguien perciba una remuneración menor que la que un hombre necesita para vivir (aunque esto aún no se logra con 354 dólares mensuales) pero queremos ir más allá con esta investigación, sacar a relucir los problemas que vive la gente que se quedó con un sueldo congelado, sus limitaciones, su impotencia, y luego de ello preparar una propuesta de reforma jurídica que solucione este problema de una vez por todas, tomando ahora si en consideración el alza del costo de la vida, no solo para la clase trabajadora más vulnerable que percibe un sueldo básico, sino también para quienes en base a su esfuerzo, experiencia, estudios y demás aspectos, estuvieron ganando más del salario básico y que ven retroceder su calidad de vida con el paso de los años, trabajando para empleadores desconsiderados que solo esperan que sea obligatoria una disposición para actuar.