De los obligados subsidiarios según el Código de la Niñez y Adolescencia y la exoneración subsidiaridad al parentesco por ascendencia

Abstract

El presente trabajo de investigación tiene como objeto abordar un problema social y un drama humano presentes todos los días en la sociedad ecuatoriana: los reclamos de pensiones alimenticias por parte de madres solteras a los supuestos padres que no quieren asumir su responsabilidad moral y económica. Estos son temas interés nacional que generan un gran impacto mediático en la sociedad ecuatoriana, lo cual probablemente se tradujo en mucha presión para los legisladores que crearon el Código de la Niñez y Adolescencia, ley que si bien “sobreprotege” de una manera exagerada los derechos de los niños y de las personas necesitadas de alimentos, lo hace en detrimento de los derechos de las demás personas involucradas, menoscabando su derecho a la defensa o incluso a la justicia. Este es el caso de los obligados subsidiarios a una pensión alimenticia establecidos en el Código de la Niñez y Adolescencia, los cuales, entre otros, son los ascendientes verticales en segundo grado de consanguinidad del alimentado, es decir, sus abuelos, quienes, sin saber que quizá tengan un nieto, son injustamente involucrados de manera subsidiaria al pago de pensiones alimenticias en favor de un supuesto nieto al que tal vez ni conocen. 3 Lo peor de este problema es que si el padre del alimentado no cancelaba la pensión alimenticia para su hijo, eran sus padres quienes debían hacerlo, pero si ellos no cancelaban dicha pensión, sufrían apremio personal y tenían que ir a parar a un Centro de Rehabilitación Social. Eso provocó apresamientos a muchos abuelos que tenían responsabilidad alguna para con el alimentante y que sufrían las consecuencias de las irresponsabilidades de sus hijos. Afortunadamente esta medida cautelar de orden personal ya fue revocada, sin embargo, aún los abuelos del alimentado siguen siendo los obligados subsidiarios al pago de pensiones alimenticias, lo cual significa que sin haber tenido la culpa de lo que hizo un tercero, tienen que afrontar juicios de alimentos, con todo el desgaste emocional y económico que eso representa. El presente trabajo de investigación se centra en pretender lograr mediante una reforma legal que los obligados subsidiarios de pensiones alimenticias por relación de parentesco que sean DE LA TERCERA EDAD, queden exonerados de esta subsidiaridad por el hecho de que, dada su vejez, merecen pasar sus últimos días en paz y no afrontando injustamente juicios para los cuales ellos no están preparados física ni mentalmente.