Necesidad de reformar el art. 186 del Código de la niñez y adolescencia, en lo que respecta al seguimiento periódico a los niños, niñas, y adolescentes dados en adopción a personas extranjeras hasta que cumplan su mayoría de edad

Abstract

Entre uno de los problemas de la sociedad ecuatoriana, se encuentra el abandono de Niños-Niñas y Adolescentes por parte de sus progenitores, quienes a diario se pueden observar por las calles del Ecuador en condiciones de mendicidad, explotación laboral, sexual, o en el peor de los casos son víctimas de la trata de blancas o el tráfico de órganos, esta parte de la sociedad es muy vulnerable, la Carta Magna de nuestro país lo considera como un grupo prioritario, pero para aquellos que no gozan de la protección de sus padres biológicos, el Estado busca la creación de lazos fraternos entre individuos que por razones médicas no pueden engendrar y aquellos que han sido abandonados, en una estrecha relación conocida como adopción. La adopción siempre ha representado en el Ecuador una actividad de fácil violación legal, niños son entregados a familias pudientes quien sabe con qué objeto, a cambio de una fuerte cantidad de dinero, es por ello que en la actualidad dicha actividad para que cumpla lo establecido en el Código Orgánico de la Niñez y la Adolescencia, el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) ha cambiado su estructura con el fin de mejorar la aplicación de las políticas sociales. Con este objetivo, el presidente de la República Rafael Correa firmó el Decreto Ejecutivo Nro. 1 356, mediante el cual dispuso la reestructuración institucional. De esta forma, el Instituto de la Niñez y la Familia (INFA) y el Programa de Protección Social (PPS) se integraron al MIES. Las familias ecuatorianas que inician el trámite de adopción siempre van en busca de niños relativamente pequeños, lo que acorta el anhelo de tener una familia aquellos que ya no son neonatos, por lo tanto las esperanzas para estos infantes y adolescentes es la adopción por parte de parejas extranjeras, que inician un proceso conocido como adopción internacional. Resulta muy paradójico, al descubrir mediante esta investigación, que las parejas extranjeras tienen más oportunidades de adoptar que aquellas que son ecuatorianas, por los típicos paradigmas y estereotipos sociales, “Todo lo de afuera es mejor que lo nuestro”, y más lamentable aún es, saber que el seguimiento que se realiza a las condiciones de vida que proporcionan los adoptantes extranjeros a nuestros niños y adolescentes es solo por el lapso de dos años, según el artículo 186 del Código de la Niñez y la Adolescencia, el que es insuficiente para conocer el desarrollo integral de un individuo. Transcurridos los dos años del seguimiento que realiza el Estado ecuatoriano a nuestros compatriotas, se llega a desconocer por completo la vida de los adoptados, por lo tanto considero que este tiempo es muy corto para dejar de realizar un seguimiento, puesto que el Estado se desentiende de ellos, aun cuando son niños protegidos constitucionalmente, olvidándonos o dejando a un lado el interés superior del Niño.