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Título : Manejo de la hipertensión arterial en los pacientes con insuficiencia renal crónica terminal del Centro de Diálisis Cener en el periodo diciembre 2009 a diciembre 2010
Autor : Loján Cuenca, Amada
Galarza Sánchez, Cristian Alfonso
Fecha de publicación : 2011
Resumen : La insuficiencia renal crónica (IRC) es la pérdida progresiva de la capacidad renal de excretar los productos nitrogenados, de concentrar la orina y de mantener la homeostasis del medio interno causada por una lesión estructural renal irreversible, que evoluciona generalmente en meses o años. La IRC es siempre una enfermedad progresiva, y los pacientes con este diagnóstico deben ser evaluados precozmente con el objeto de minimizar la velocidad de progresión del daño renal, así como de corregir los factores de riesgo asociados. A medida que se van alterando las distintas funciones renales se presentan los signos y síntomas que caracterizan a la Insuficiencia Renal. La mayoría de los pacientes con IRC van a seguir una progresión lineal, de forma que van a perder lentamente función renal, a una velocidad más o menos constante, que depende en parte de la causa del daño renal. Esta pérdida de función se suele representar en una gráfica en la que el inverso de la creatinina en sangre (1/Cr) sigue una línea recta descendente a lo largo del tiempo, cuya inclinación marcará la rapidez de progresión. Sin embargo, en esta lenta y constante evolución puede haber (y hay con frecuencia) deterioros más bruscos de función renal (muchas veces reversibles) a consecuencia de la aparición de factores que descompensan la situación, como pueden ser infecciones, tóxicos, deshidratación, empeoramiento del control de la tensión arterial, etc. La nefropatía diabética es una de las causas que inducen un deterioro de función renal más rápido (una vez que este se inicia) y se ha evaluado en torno a una pérdida por año de unos 10 ml/min de FG. Le siguen en rapidez de evolución las glomerulonefritis crónicas, después la poliquistosis renal y la nefroangioesclerosis, con una evolución algo más lenta y finalmente las nefropatías intersticiales crónicas que son las que tienen una evolución más lenta de todas y por tanto un mejor pronóstico. Hay una serie de factores no modificables que pueden también influir en esta evolución de la IRC que son fundamentalmente la edad, el sexo, la raza y los factores genéticos. La edad se correlaciona con el desarrollo de IRC de forma que la prevalencia aumenta considerablemente en los pacientes de más edad, esto es en parte consecuencia de la mayor prevalencia de HTA con la edad, pero con la misma causa de IRC la evolución es también más rápida en los pacientes de más edad, probablemente por la esclerosis espontánea que se produce con la edad y por la pérdida de la reserva funcional renal. Algo parecido ocurre con el sexo, la IRC es más frecuente en varones y se piensa que la evolución es también más rápida que en las mujeres. En general, se acepta que en Europa aproximadamente entre 80 y 100 pacientes por millón de población (incidencia) llegarán al estadio de IRCT cada año, como media y, por tanto, fallecerían si no recibieran tratamiento sustitutivo y similares cifras se barajan también en Australia. Sin embargo, en EE. UU. estas cifras son considerablemente más altas, llegando a ser de aproximadamente 300 pacientes por millón de población, posiblemente por la mayor incidencia de IRC en grupos étnicos como afro-americanos y nativos americanos, donde la hipertensión arterial (HTA) y la diabetes mellitus tienen una incidencia considerablemente más alta.
URI : http://dspace.unl.edu.ec/jspui/handle/123456789/9551
Aparece en las colecciones: TRABAJOS DE TITULACION ASH

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