LA CADUCIDAD DE LA PRISIÓN PREVENTIVA, SINÓNIMO DE IMPUNIDAD

Abstract

El proceso penal para el cumplimiento de sus finalidades sustanciales, esto es, la determinación certera de la existencia de la infracción, y el establecimiento de la responsabilidad penal de los presuntos infractores, requiere de todo un conjunto de mecanismos que permitan viabilizar el ejercicio del ius puniendi, y consecuentemente la aplicación del sistema de consecuencias jurídicas que señale la ley para el delito, esto como principio sustancial que garantice la plena vigencia del Estado democrático de derechos y justicia social, y uno de estos mecanismos precisamente son las medidas cautelares. Sin embargo, el proceso penal, conforme a las ideas que promueve la doctrina contemporánea, debe caracterizarse por su profundo apego al principio de legalidad, y por la observancia irrestricta de los derechos fundamentales de los procesados, en virtud de un principio sustancial de legalidad y de equilibrio en el ejercicio del derecho de castigar del ente estatal, que debe ejercerse observando minuciosamente derechos tan esenciales como la libertad, garantía que suele ser restringida como efecto primario de las medidas cautelares personales, como son la detención y la prisión preventiva, siendo ésta última una de las más polémicas en cuanto tradicionalmente ha sido un medio de escandaloso abuso de los derechos de las personas, lo que opacó profundamente el rostro de la administración de justicia ecuatoriana, sin embargo, nuestro legislador pasó al otro extremo, cuando con el ánimo de evitar los clásicos atropellos que se cometieron a través de la aplicación indiscriminada de la prisión preventiva, procedió a establecer en forma antitécnica y poco meditada, límites para la duración de dicha medida cautelar, disponiendo su caducidad por el transcurso de aquellos lapsos temporales, esto sin contemplar la realidad judicial y procesal del Ecuador, que en muchos casos ha requerido de más tiempo para concluir el proceso penal, provocándose por tanto una peligrosa impunidad de contumaces delincuentes, cuya acción continúa contribuyendo al crecimiento vertiginoso de las cifras de la criminalidad, por lo que al momento, la caducidad de la prisión preventiva constituye uno de los problemas sustanciales que se abordan al momento de realizar diagnósticos sobre las causas de los altos índices de inseguridad que vienen afectando en forma terrible a la colectividad ecuatoriana.