Plan de emergencia para el bloque 5 del nivel técnico artesanal del Area de la Energía, las Industrias y los Recursos Naturales no Renovables de la Universidad Nacional de Loja ante la ocurrencia de eventos adversos

Abstract

En la Universidad Nacional de Loja en el año 2006 se crea la tecnología en Emergencias y Desastres, carrera que surge como respuesta a las necesidades sociales e institucionales de la región Sur y del país en general, con el propósito de formar profesionales capaces de ofrecer alternativas que permitan mitigar las causas y consecuencias que puedan ocasionar los eventos adversos tales como movimientos en masa, incendios estructurales, incendios forestales, inundaciones, actividad volcánica y el alto riesgo sísmico al cual estamos expuestos por encontrarse ubicado nuestro país, dentro del denominado “Cinturón de Fuego del Pacífico”.

En la última década han ocurrido a nivel mundial alrededor de 3.800 eventos adversos, los cuales le costaron la vida aproximadamente a 780.000 personas, dándose con mayor incidencia muertes provocadas a causa de terremotos, huracanes y altas temperaturas. En América Latina y el Caribe, se han presentado diversos eventos adversos como huracanes, inundaciones, movimientos en masa, erupciones volcánicas y sismos de gran magnitud como los ocurridos recientemente en países como Haití y Chile, cuyos efectos fueron devastadores provocando grandes pérdidas económicas y humanas. En el Ecuador, debido a sus características topográficas e hidrometeorológicas, varias zonas han sido susceptibles de sufrir eventos como los ocurridos anteriormente, entre ellos el fenómeno de El Niño en el año 1982 y 1997, el terremoto a finales del siglo XVIII en Riobamba, el deslizamiento de La Josefina ocurrido en el año 1993, entre otros; y aún en la actualidad continuamos frente a amenazas potenciales como la actividad volcánica del Tungurahua, Guagua Pichincha, Cotopaxi, Reventador, Cayambe considerados fuentes potenciales de provocar erupciones de diversa magnitud; sismos, inundaciones, sequías prolongadas, producidas por estaciones invernales intensas, movimientos en masa, incendios; algunas de estas amenazas han causado afecciones a la salud e incluso pérdida de vidas humanas, vegetación y de animales, dejando sin lugar a duda un impacto negativo en el desarrollo económico y social del país. “En la ciudad de Loja, la vulnerabilidad está dada por fenómenos relacionados con los suelos poco estables por lo que, la amenaza por deslizamientos a resultado ser alta y evidente, determinándose varios puntos críticos donde se han visto afectadas las propiedades particulares y estatales; así como por la posibilidad de inundaciones que se presentan en los meses de febrero, marzo y abril por la presencia de lluvias que causan el colapso del alcantarillado pluvial y desborde de ríos. Otro peligro que enfrenta la ciudad y en especial sus áreas verdes, son los incendios forestales que en esta región se presentan entre los meses de junio y diciembre, y no podemos descartar la posibilidad de presentarse eventos sísmicos”.

La Universidad Nacional de Loja, no cuenta con un Plan Integral de Emergencia en caso de presentarse una eventualidad, por lo que es indispensable que se elaboren Planes de Emergencia en todas las áreas y en cada una de las carreras de la universidad.

Es por ello, que como estudiante de la carrera Tecnología en Emergencias y Desastres de la Universidad Nacional de Loja, he creído conveniente elaborar un Plan de Emergencia en el bloque 5 del Nivel Técnico Artesanal del Área de la Energía, Las Industrias y los Recursos Naturales No Renovables, que permita mitigar las causas y consecuencias que la ocurrencia de un evento adverso pueda generar.

De la elaboración del proyecto en lo personal me veré beneficiada, puesto que es un requisito para obtener el Título de Tecnóloga en Emergencias y Desastres, también se beneficiará la población de estudiantes, personal administrativo y docente que diariamente acuden a las instalaciones del bloque 5 del Nivel Técnico Artesanal a cumplir con sus labores, ya que al disponer de un Plan de Emergencia y de la capacitación respectiva, podrán contar con conocimiento para actuar antes, durante y después de presentarse un evento adverso.