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Título : Inaplicabilidad de la silla vacía como nueva figura de participación ciudadana en sesiones de gobiernos autónomos descentralizados, por falta de reglamentación adecuada
Autor : Luis Vinicio Ortega Gonzaga
García Sánchez, Augusto Pompeyo
Fecha de publicación : 2012
Resumen : La Participación Ciudadana es el acto de siendo un ciudadano, intervenir en la vida pública y privada del país en el ámbito público deriva de una contradicción entre poderes. El objetivo que persigue la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos no es otro, por tanto, que darle contenido y ampliar la democracia (recordemos que democracia significa "gobierno del pueblo"), avanzando en lo que se conoce como "democracia participativa". Lo que la Participación Ciudadana pretende en cierta forma es estar presente activamente en los procesos que nos preocupan e interesan, la Intervención de las personas y los colectivos en actividades que influyan en la agenda pública, en defensa y promoción de sus intereses sociales y tomar parte activa en todos los aspectos que hoy comprende la denominada esfera pública (interés público). Durante los últimos años se viene potenciando la necesidad de un proceso de participación pública, de un proceso de identificación e incorporación de las preocupaciones, necesidades y valores de los distintos agentes en la toma de decisiones. Una correcta participación pública consiste en un proceso de comunicación bidireccional que proporciona un mecanismo para intercambiar información y fomentar la interacción de los agentes con el equipo gestor del proyecto. La nueva Constitución de la República introduce una nueva figura de participación cuando instaura la “silla vacía que ocupará una representante o un representante ciudadano en función de los temas a tratarse, con el propósito de participar en su debate y en la toma de decisiones” (Art. 101). Se trata, por consiguiente, de una manera de viabilizar la presencia directa de las personas u organizaciones interesadas en un asunto, con el fin de exponer sus argumentos o sus puntos de vista e incidir en la toma de decisiones. La "silla vacía" se concreta en la participación de un representante de la ciudadanía en las sesiones de los organismos seccionales para discutir determinados temas inherentes a la ciudadanía, este concepto en forma general es lo que la mayoría de ciudadanos entiende del tema, dejando una brecha extensa en el campo de su aplicación. Por tratarse de mecanismo nuevo es muy confuso y para muchos desconocido el alcance que tiene este instrumento de participación ciudadana, por lo que surgen infinidad de incógnitas en cuanto a su desarrollo y sobre todo en la manera de cómo hacer que este mecanismo no se transforme en un simple formalismo que en vez de proporcionar desarrollo al gobierno local quebrante su democracia y estabilidad. De aquí que surgen varias temáticas a estudiar, para así obtener un efectivo perfeccionamiento en el uso de la polémica silla vacía, como lo es el establecer la forma como la persona se acredita para acceder a la silla vacía, así como también la manera de evitar la continuidad y repetición de este derecho por algunos habitantes en especial en los gobiernos locales de poco número poblacional, tratándose así de brindar esta oportunidad a todos por igual. Es por esto que se sostiene que la elección del representante ciudadano tiene que ser cuidadosa. Ya que no puede invitarse a cualquiera. Si se trata de un tema sanitario o de salud sería lógico que deba invitarse a un médico, si se pretende abarcar un tema de obras o infraestructura lo más recomendable sería que asista un arquitecto o ingeniero civil; si es un asunto ambiental, un experto en el proyecto, es entonces importante resaltar que la silla vacía tiene que asignarse de acuerdo a los temas y sería indispensable por lo tanto que el solicitante deberá acreditar experiencia académica o de trabajo en el tema a discutir, o interés directo en el asunto en conocimiento. Además para efectivizar y garantizar el derecho, es decir, el acceso a la silla vacía es necesario que se brinde un control especial en los gobiernos locales para que no dependa de la buena o mala voluntad de la autoridad de turno el acceder a este derecho, es importante establecer entonces garantías, derechos y limitaciones para esta figura, que tiene que estar revestida de auténtica democracia y transparencia. Otro punto muy cuestionable y de mucha importancia es en cuanto a la potestad que tendrá el ocupante de la silla vacía, a si tendrá derecho a voz y voto, ya que para algunos una sola persona no puede expresar el sentir de toda una comunidad, y entraría en debate si quien esté en la silla vacía “solo será escuchada”. Ya que también es necesario pensar en el riesgo se presenta si esa persona puede determinar su punto de vista en beneficio personal o de la institución que representa. También se deberá regular el tema de los casos de solicitantes múltiples, ya que habrá temas que interesen a mucha gente y serán muchas las personas que quieran ocupar la silla vacía, en estos casos cual es el procedimiento a utilizar, y seria lógica la pregunta que nos haremos: ¿Cuál se deberá sentarse en la silla vacía?, son muchas las interrogantes que es nuevo método de participación ciudadana presenta debido a la escasa información que presenta en cuanto a la falta de reglamentación.
URI : http://dspace.unl.edu.ec/jspui/handle/123456789/3945
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