Necesidad de reformar el procedimiento del divorcio por mutuo consentimiento para estar acorde al nuevo modelo de gestión

Abstract

El divorcio consensual o también conocido como divorcio por mutuo consentimiento, es un acto de la libre voluntad de las personas, si tomamos en cuenta que el matrimonio es un contrato solemne en la que interviene la capacidad y voluntad absoluta de los interesados, son ellos mismo quienes pueden rescindir de dicho contrato de acuerdo a su conveniencia o por haber fenecido sus intereses mutuos. La celeridad y agilidad procesal están en crisis en nuestro sistema judicial, debido a la lentitud y represamiento de causas; traído por el novísimo modelo de gestión implementado por el actual Consejo de la Judicatura; que no es más que, un resorteo de procesos en las nuevas unidades judiciales, que no despachan absolutamente nada y que por un simple escrito demoran hasta tres meses, lo que acarrea por supuesto que también los procesos de divorcio por mutuo consentimiento se vean inmersos en este letargo jurídico, dado que en un divorcio consensual se utiliza mucho tiempo valioso, que bien se puede dedicar a otros asuntos judiciales; si es una declaración de la voluntad de los cónyuges de terminar un contrato al cual ellos acceden de manera libre y voluntaria, no puede ser limitante el tiempo que nada tiene que ver incluso cuando no existen hijos de por medio, por lo que la intervención del juez o notario se limita simplemente a declarar esa voluntad y en consecuencia, el juez de la familia, civil, más no un notario, porque los notarios no tienen nada que resolver, peor dictar una sentencia, ellos no sentencian ellos sientan acta, situación con la que no estamos de acuerdo, porque solo los jueces resuelven y en el divorcio mutuo, no hay nada que resolver sino solo aprobar en sentencia el acuerdo de voluntades. Por otra parte los Jueces de la Unidad Judicial Especializada de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia Civil del Cantón Loja, incluso los señores Notarios, al dictar su resolución o sentencia en los juicios de divorcio consensual, cuando no existen hijos menores de por medio, consideramos que están actuando sin competencia, dado que la autoridad que da fe del contrato de la celebración del matrimonio, es el Jefe del Registro Civil, y es éste mismo quien bien puede dar fe de la voluntad de divorciarse a las partes que lo deseen hacer por mutuo acuerdo, dado que la marginación de la disolución del matrimonio, se la realiza ante el mismo Jefe de Registro Civil; sin embargo a efectos de legalidad son los jueces quienes deben aprobar el acuerdo en sentencia, más no los notarios. Se ha podido observar en muchísimos casos, cuando en la tramitación de los procesos de divorcio consensual, como se dilatan los tiempos, ya sea por el mero capricho de una de las partes o por intereses personales, no han comparecido a la audiencia o si han concurrido simplemente no han aceptado, no el hecho de divorciarse, sino el interés económico, teniendo como consecuencia la pérdida de tiempo, perjuicios económicos, sociales, morales y psicológicos, así como por la excesiva carga procesal en el ámbito civil, lo que ocasiona un represamiento que obliga a fijar audiencias para tres o cuatro meses posteriores; situación que en nuestro país no se ha resuelto favorablemente, pese que se ha incluido a los señores notarios en este propósito pero con las mismas limitantes absurdas que en lugar de mejorar empeoran el procedimiento. A través de este trabajo, trato de buscar la manera factible, de establecer un procedimiento adecuado en el que reduzca los tiempos a este tipo de procesos, lo que permitirá ahorro de recursos económicos, recursos humanos tanto al usuario como a la función judicial; y lo que es fundamental, se permita utilizar los principios de celeridad y economía procesal, que constan en la ley pero que no están siendo aplicados, en la forma y para lo que fueron creados. Así mismo el propósito claro que persigo con esta investigación, es trasladar la competencia única y privativa al Juez de la Familia, a fin de que este funcionario sea quien administrando justicia, resuelva el acuerdo voluntario de las personas o resuelva la voluntad de divorciarse, por mutuo acuerdo cuando no haya hijos menores, a fin de agilitar o acortar los plazo del procedimiento civil y eliminarlos de la Ley Notarial, puesto que los señores notarios solo dan fe y no resuelven ni pueden aprobar este divorcio consensual. Ante esta realidad, y en orden a precautelar que criterios equivocados que atentan contra los principios de celeridad y economía procesal, en los procesos de divorcio por mutuo consentimiento cuando no existan hijos menores de por medio, hemos desarrollado el presente aporte académico que contiene un estudio robusto del marco jurídico legal que ampara los principios invocados; el análisis de casos en los que se ha procedido inconstitucionalmente, violentando los mismos; el señalamiento de las graves consecuencias que de ello se derivan; las más relevantes conclusiones y recomendaciones, y entre estas últimas, lo más importante, un anteproyecto de reformas orientadas a garantizar los lesionados derechos que nos preocupan.